viernes, 8 de enero de 2010

NACIMIENTOS

Un jueves a eso de las 8:50pm decidí llegar a este mundo, escogí Venezuela como punto neutral de acogida, pues me pareció el país más pacifico, rico, hermoso y excepcional del mundo para vivir.

Y pues así fue que nací siendo la primera hija de un joven Matrimonio Feliz, luego llegaría mi hermanita, pero durante 5 años hice y deshice a mi antojo, fui cuando pequeña arrogante y prepotente, pues sabía que era un ser como ninguno, por ello siempre hice lo que quise, hasta que una tarde fría y desolada nació lo que sería mi peor adquisición en la vida. Mi hermana, pues aun siendo una niña ilusa me atreví a pedir un hermanito, pensando que sería divertido. Y de hecho fue divertido durante unos minutos, me divertí como nunca esos pocos minutos, pero luego cuando vi toda esa baba se me fue el interés.

Después de allí, seguí siendo déspota y arrogante, pero ahora debía serlo con mi hermana también y eso me daba algo de trabajo extra, cosa que me endiablaba los ánimos, pero así aprendí a vivir, al punto que para cuando hacia viajes peligrosos en mis juegos, siempre la enviaba de primera a ella para enfrentar cualquier peligro, si no pasaba nada, pues entraba yo en el ruedo. Pero bueno la vida no me trato tan mal, al menos mi hermana no era tan boba como creí en un principio, eso me animo con el tiempo ya que podía pasar horas discutiendo sobre historia o la vida con ella sin que me aburriera mucho, su forma de pensar. Pero en fin, luego crecí y mis compañeros de la escuela resultaron más divertidos al final, eran todos una cuerda de bobos e incapaces que creían tener a Dios agarrado por la chiva, aunque no todos la verdad, habían otros que eran lo suficientemente inteligentes, divertidos y capaces.

Aunque durante mi vida de adolescente las cosas fueron de mal en peor, odiaba la secundaria, odiaba a mis profesores, vivía en un pueblo que se negaba a la diversión y para completar mi desdicha, mi padre muere cuando cumplía mis quince años, si, realmente fue una adolescencia trágica, pero aprendí a vivir con ella. Aunque la mayor parte del tiempo estuve durmiendo, logre sobrellevarla entre amarguras y desilusiones. Digo desilusiones porque supe que mi madre no era superdotada como creía, sino que yo era solo una niña cuando le hacia preguntas que pensaba no podía responderme y atinaba a las respuestas sin esfuerzo, cuando crecí y explore el mundo del conocimiento, comprendí la cruel realidad, -tus padres te mientes cuando eres pequeño- cosa de la que hablare con regularidad por este blog. Entre esas mentiras que poco a poco fui descubriendo cuando niña y adolescentes, esta por ejemplo, que el niño Jesús no existe, que el ratón perez tambien es inventado y el dinero que supuestamente cambiaba por el diente, era todo una pantomima de nuestros padres. En fin, esto es algo de todo lo que conocerán de mi, la Daniela animada, humana, pero sobre todo la Daniela divertida y sarcástica, la comediante y resignada, la que nada le importa y trata de ser feliz cueste lo que cueste. La Daniela no seria, no recta, la Daniela que todos querían ver y que terminarán arrepintiéndose a la final.

Daniela Camarán

Sin mordaza.
Sálvese quien pueda.

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